La Dirty Dozen Race es una carrera de ciclismo de carretera que se celebra cada año en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos.
La carrera consiste en recorrer 50 millas (80 km) por las 13 colinas más empinadas de la ciudad, puntuando los primeros 10 corredores en cada una de ellas.
La carrera fue creada en 1983 por los hermanos Tom y Danny Chew y su amigo Bob Gottlieb, con el objetivo de encontrar y subir las cuestas más duras de Pittsburgh1. Desde entonces, la carrera se ha convertido en un evento emblemático y desafiante para los amantes del ciclismo.
La Dirty Dozen Race se celebra el sábado anterior a la fiesta de Halloween, en octubre.
Los participantes se dividen en varias categorías según su nivel y sus intenciones de competir.
La primera categoría es la de competición abierta, donde los corredores luchan por los puntos y los premios.
La segunda categoría es la de licenciados, donde los corredores tienen experiencia en carreras en grupo, pero no quieren competir con la élite.
La tercera categoría es la de club, donde los corredores no tienen intención de competir, sino de disfrutar del recorrido.
La cuarta categoría es la de competición femenina, donde las mujeres compiten entre ellas por los puntos y los premios.
La quinta categoría es la de entusiastas, donde los corredores son buenos escaladores, pero no tienen mucha experiencia en grupo.
La sexta categoría es la de rouleur, donde los corredores son similares a los de la quinta categoría.
La séptima categoría es la del autobús de la fiesta, donde los corredores solo quieren completar la carrera sin importarles el tiempo o la posición.
Los corredores salen en diferentes oleadas según su categoría, siendo la primera la de competición abierta. Entre colina y colina, el ritmo es neutral y un silbato señala el inicio de cada subida.
Los corredores deben completar cada colina sin perder el impulso o bajarse de la bicicleta.
Si un corredor se detiene, debe bajar hasta el principio de la colina y volver a subir por su propio esfuerzo.
Al final de la carrera, se suman los puntos obtenidos en cada colina y se establecen las clasificaciones finales.
La Dirty Dozen Race es una prueba de resistencia, habilidad y valentía, que pone a prueba a los ciclistas más atrevidos. La carrera ofrece un espectáculo único, tanto para los participantes como para los espectadores, que animan y apoyan a los corredores en las rampas más duras.
La carrera también tiene un componente solidario, ya que en algunas ediciones se ha recaudado dinero para causas benéficas, como la rehabilitación del cofundador y promotor Danny Chew, que sufrió una grave lesión en 2016.
Los datos de Strava del creador del vídeo, en su participación en la DDBR.
En sistema métrico: 106 KM / 2.082 metros de D+ en 5 intensas horas de actividad.