Volvió la DBR, lo hizo en un formato diferente.
Un día, maratón, medio-maratón, incluso eléctricas.
Lejos de las ediciones competitivas de 4 días, del camping DBR al más puro estilo Cape Epic.
Sin segmentos especiales cronometrados, con menos corredores de los que acostumbraba y menos nacionalidades representadas, pero volvió la DBR y esa es la noticia.
Cancelada en 2019, a dos días se su celebración, por riesgo de incendio.
Cancelada por la pandemia y nuevamente afectada por la ola de incendios de 2022, la Douro Bike Race, la pionera por etapas en Portugal y la más antigua, tenía que reinventarse.
Asegurar su viabilidad, lejos de los meses con mayor riesgo de incendio.
Liberarse de la carga logística y presupuestaria de un evento de 4 días con camping propio.
Dejar todo el riesgo para los trazados.
Una síntesis, un resumen del espíritu de una aventura con 13 años de historia y rock and roll.
Sonó la música. Singletracks técnicos con segmentos de enlace en subida. Una prueba rápida, exigente y trepidante.
Sonaba a mix entre las dos formas históricas de entender la prueba, la de su creador, João Marinho y los que tomaron el relevo.
Con unas impresionantes 3 horas 50 minutos ganó el favorito, Luis Moura suma su nombre a una lista que incluye a Pedro Romero, Luis Leão Pinto, Nelson Sousa, Vítor Gamito...
Moura, dominó el trazado técnico de la DBR desde el principio, en una mañana en la que Daniel Cadenas, en su cuarta participación recibía la recompensa de un podio general, seguido de un referente local como João Lopes.
Daniel Varanda se llevaba la media maratón, volando en 2 horas 52 minutos.
El tiempo dirá si la DBR retoma su formato por etapas o continúa por este camino. La noticia importante es que la mítica Douro Bike Race está de regreso. Un regreso contundente, para todos los que creían que el viejo rock and roll había pasado de moda.